Tras el millón de firmas, en todas las ciudades del país existen mesas recolectoras, organizadas por mujeres y hombres jubilados autoconvocados en busca de la derogación de la flamante ley previsional que, estiman, los perjudica.
Tras el millón de firmas, en todas las ciudades del país existen mesas recolectoras, organizadas por mujeres y hombres jubilados autoconvocados en busca de la derogación de la flamante ley previsional que, estiman, los perjudica.